jueves, 4 de junio de 2009

¡Magnífico!

Hoy será un día magnífico, me despertaré, haré mis flexiones, utilizaré ese nuevo movimiento que me enseño youtube, podré realizarlo ¡al fin!, mis pectorales se verán beneficiados, mi abdomen mágicamente perderá la grasa que lo recubre, y ahora sí, podré irme con mi tanktop verde a un concierto de Reggae presumiendo y derritiendo a cuanta colegiala impresionada se deje, ahhh… qué bien se siente pensar en eso, cuando termine, desayunaré perfecto: mi lechita mi cerealito, frutita, o sea bien light para poder presumir esos cuadritos que ya se me están haciendo nomás de pensar en esto, luego, me bañaré, rasuraré, vestiré, perfumare y emperifollaré, de tal manera que mi atuendo luzca como yo me siento hoy: ¡magnífico!, no importa que me tarde mucho, mi cuerpo se merece esa consentidota, acto seguido, saldré de casa, caminaré al transporte público y por primera vez en mucho tiempo no me parecerá nefasta la música a todo volumen del peserista, con una sonrisa en la boca, aguantaré los empellones de las personas que se hacinan en el pesero, y con mucho gusto pasaré el pasaje de los que se suben por atrás, antes me molestaría pero hoy no, no cuando me siento ¡magnífico!, después con la alegría propia de una colegiala cascos locos, bajaré del pesero en movimiento y caminaré por ese mar infeccioso; salmoneloso, coleroso, difterioso, de puestos callejeros, evitaré a los comensales gordos, rechonchos, hambrientos que siempre me hacen preguntar a qué sabrá un atole y un tamal frito a las 7 de la mañana, qué será de ese manjar conocido como tacos de tripa acompañado con su fattache-redugrass (coca light porfavor), en ayunas, qué efecto producirá en el cuerpo, supongo que nada comparado con cómo me encuentro el día de ahora: ¡magníficamente!, una vez conquistado ese mar de compra venta de alimentos e infecciones gratuitas, bajaré las escaleras aromáticas del metro, y me subiré al vagón con pies ligeros y actitud amable, sonriente, radiante, tal como me encuentro, de la misma forma, magnífica, soportaré el hedor de los pasajeros que se baten a muerte por permanecer despiertos y los que no, por entrar y caber en el vagón, en lo que se me recargan, empujan, avientan, miran feo, maldicen, peleando por mantener la vertical, sin pensarlo, el calor humano me parecerá agradable, propia del mejor spa de la ciudad, incluso mejor, porque en un deportivo, culb, spa, temazcal, uno se mete al vapor o sauna por su porpio gusto y suda por su propio gusto, en virtud del mecanismo en cuestión, acá no, el efecto es diferente, el acumulamiento de individuos y debido al poco espacio entre cuerpos aunado a una ventilación deplorable, éstos exhalan, emanan, vaporan, una sinfonía de olores pesados, propios de cuerpos, encontraré esto más que agradable y placentero, me parecerá un abrazo colectivo, y fraternal, el pueblo jodido mexicano le da un abrazo a su hermano que hoy está contento, que hoy se halla magnífico, en ese gran abrazo, olvidaré y dejaré atrás el temor a ser bolseado, encontraré satisfactorio e increíblemente deseable que suban vendedores ambulantes a ofrecer productos de "alta calidad" o discos de a 10 pesos: “150 temas de lo mejor del reggetón”, es más, me siento tan bien, que compraré un disco, ¡chingue a su madre!, hoy lo haré, me pasaré por los huevos los principios, los mandaré al carajo y compraré un disco del metro, en otro momento me causaría un conflicto moral, pero hoy no, hoy gracias, a Tonantzin a Rhá y Alá, me siento genial, con ganas de conquistar el mundo, sí, ¡hoy lo haré!, ya después saldré de ese lugar subterráneo y caminaré al semáforo sin preocuparme por la hora, total, hoy: “no hay mano, no hay”, pásale a gusto que yo invito, un retardo, ¡no hay pedo!, llegaré al trabajo, ignoraré la ignominia que me parece mostrar la credencial y registrarme 100 veces en lo que me parece es una mamada burocrática, en lugar de eso, mostraré una sonrisa de oreja a oreja, "Buenos días poli, ¿cómo le va?" "bien mi joven, ¿uste qué tal?" "¡Magnífico!", le enseñaré esa sonrisilla al mundo, bien dicen: “sonríele al mundo y el mundo te sonreirá a ti”, aprovechare que el sol salió chingón y el día pinta para estar chido, hoy aguanto todo, hoy me cae que no pasa nada, hoy es de esos días que se te antoja bailar, reír, empedarte, soñar, coger hasta perder el conocimiento, al rato, sí, cuando salga, me cae que ahora si la invito, hoy si, me cae… hoy si. Pero a ver… ¡No mames! ¡¿QUÉ HORA ES?! Nooo vale madre, ya se me hizo tarde ¡pinche día culero!

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