Este fin de semana estuvo bastante turbulento, ante la noticia espeluznante que me movió los cimientos: No habrá clases en el DF y en el Edo de Méx. Tenía que entregar un trabajo y eso quería decir que mi calificación no procedería, comencé a preocuparme, revisé varias publicaciones de noticias en internet, y vi, alarmado un tanto incrédulo que era verdad, lo que no se había visto en México. Un brote de influenza matador esta circulando por nuestro país. As we speak. Varios casos de muertos, enfermos, contagiados, etc. Lo más sorprendente, pienso, es el hecho de que se hayan suspendido las clases de miles de alumnos, de todos los niveles, según los periódicos, para no propagar más la enfermedad. Además las noticias dicen que la población más susceptible es la población en edad escolar, los chavos estamos en riesgo de contagio, "Riesgo de Contagio" como el grupo ese de ska.
Sin poder quedarme sentado a ver que se pasara la oportunidad de tener calificación, me comuniqué con la maestra y acordamos que le llevara el trabajo a su casa y que cuando las actividades se restablecieran veríamos qué procedía con mi calificación. Ella supone que deben de reacomodar el calendario escolar ante esta situación, veremos qué sucede en los siguientes días.
En la calle, parecía que la gente se había vuelto loca, cubre-bocas en cada esquina, gente caminando con la mirada inquisitiva, nerviosos, pensado “no vaya a estar enfermo este cabrón y ahora si”. De todos modos las chelas estaban bien buenas, además se percibía un estado generalizado de: “el mundo se va a acabar” como la canción así que nos pusimos a chupar como si realmente fuera la última, total que decidimos destruirnos y terminar hasta el copete de alcohol.
El sábado prendí la computadora con la esperanza de encontrar nuevas pistas que indicaran si las cosas mejorarían y no, la primera plana era el retrato de lo que había visto en la calle: dos personas con cubre-bocas, los ojos llenos de miedo, de duda, una fotografía de una señora cargando a su niña, esperando ser atendidas en el centro de salud. Las noticias parecían más alarmantes, los cines, museos, algunos restaurantes, antros, etc. debían cerrar sus puertas, la opción quedarse en casa. Recomendación en el comunicado, no salga, métase, inevitable asociación mental Monsivaiesca: “Días de guardar”
En la noche tuve una reunión y parecía que la noticia no había llegado a afectar a los presentes quienes incrédulos, o temerarios, celebramos el cumpleaños del que los reunía con singular alegría, pero en general se sentía un ambiente tenso en cuanto al tema de la influenza porcina, había bromas, de todo, comentarios sarcásticos, pero casi todos tocamos el tema del momento. Que si se parecía a lo que pasaba en las películas, que si a lo de los libros, que qué cagado que todo mundo tuviera miedo, que la jefa ya los tenía hasta la madre por pedir precauciones, que no lo querían dejar venir, que vamos a pachequear, que ya no hay alcohol, que no hay hielos, que si chin ese era mi vaso, que si fajas no te vayas a contagiar, y cosas así. Ahora el terror no consistía en el alcoholímetro o en chocar de regreso, el temor era otro.
Hoy domingo en realidad no quise salir de mi hogar, por si las dudas me quedé, de igual manera como los demás días, las noticias más y más alarmantes, preocupantes, los comentarios con la familia, en viva voz y por teléfono, las anécdotas de ese ya se murió, fulanito está grave, no salgas, cuídate, protégete, lávate las manos, que cómo pudiste ir a una fiesta, que si cómo te sientes, que si qué comemos, etc. Todos estos comentarios, aunados a los repetidos mails al respecto, es imposible no entrar en un pequeño estado de pánico.
Algo que me produjo un leve respiro, pero a la vez me quedé impactado, es la razón por la que estoy escribiendo esta entrada, fue un video que me mandaron a mi correo, en realidad no sé si exista la fiebre aviar, el SARS, la influenza porcina, el chupacabras, o si el 11-09 fue armado, o qué, pero en realidad, todas estar alertas y terrores generalizados son un muy buen aparato de control de la población.
Es un video realizado por Alfonso Cuarón y Naomi Klein, bastante interesante, que nos dice algo importante: hay que ver la raíz del estado de shock, para poder armarnos en contra del mismo.
Al menos ahora todo mundo está expectante, a ver cuál es el siguiente comunicado, y de aquí al 6 de mayo nos tienen esperando, mientras tanto, me uniré al terror general y no asistiré a mis labores mañana, arguyendo pánico a ser contagiado, y excusándome con las recomendaciones que el secretario del trabajo hizo, al decir que los jefes fueran "sensibles" con el ausentismo.
Lo que es un hecho es que en México no se había visto este tipo de alertas, según me dicen mis familiares, lo único que sintió así fue cuando el temblor del 85 que todo mundo estaba sin saber qué hacer, esperando a que algo pasara. Así me siento, esperando a que pase algo que me haga saber qué hacer, mientras tanto, Aprovecharé para poner orden en mi recámara y a ver qué sale a la luz.
¿Y a tí cómo te agarró la fiebre porcina?
Sin poder quedarme sentado a ver que se pasara la oportunidad de tener calificación, me comuniqué con la maestra y acordamos que le llevara el trabajo a su casa y que cuando las actividades se restablecieran veríamos qué procedía con mi calificación. Ella supone que deben de reacomodar el calendario escolar ante esta situación, veremos qué sucede en los siguientes días.
En la calle, parecía que la gente se había vuelto loca, cubre-bocas en cada esquina, gente caminando con la mirada inquisitiva, nerviosos, pensado “no vaya a estar enfermo este cabrón y ahora si”. De todos modos las chelas estaban bien buenas, además se percibía un estado generalizado de: “el mundo se va a acabar” como la canción así que nos pusimos a chupar como si realmente fuera la última, total que decidimos destruirnos y terminar hasta el copete de alcohol.
El sábado prendí la computadora con la esperanza de encontrar nuevas pistas que indicaran si las cosas mejorarían y no, la primera plana era el retrato de lo que había visto en la calle: dos personas con cubre-bocas, los ojos llenos de miedo, de duda, una fotografía de una señora cargando a su niña, esperando ser atendidas en el centro de salud. Las noticias parecían más alarmantes, los cines, museos, algunos restaurantes, antros, etc. debían cerrar sus puertas, la opción quedarse en casa. Recomendación en el comunicado, no salga, métase, inevitable asociación mental Monsivaiesca: “Días de guardar”
En la noche tuve una reunión y parecía que la noticia no había llegado a afectar a los presentes quienes incrédulos, o temerarios, celebramos el cumpleaños del que los reunía con singular alegría, pero en general se sentía un ambiente tenso en cuanto al tema de la influenza porcina, había bromas, de todo, comentarios sarcásticos, pero casi todos tocamos el tema del momento. Que si se parecía a lo que pasaba en las películas, que si a lo de los libros, que qué cagado que todo mundo tuviera miedo, que la jefa ya los tenía hasta la madre por pedir precauciones, que no lo querían dejar venir, que vamos a pachequear, que ya no hay alcohol, que no hay hielos, que si chin ese era mi vaso, que si fajas no te vayas a contagiar, y cosas así. Ahora el terror no consistía en el alcoholímetro o en chocar de regreso, el temor era otro.
Hoy domingo en realidad no quise salir de mi hogar, por si las dudas me quedé, de igual manera como los demás días, las noticias más y más alarmantes, preocupantes, los comentarios con la familia, en viva voz y por teléfono, las anécdotas de ese ya se murió, fulanito está grave, no salgas, cuídate, protégete, lávate las manos, que cómo pudiste ir a una fiesta, que si cómo te sientes, que si qué comemos, etc. Todos estos comentarios, aunados a los repetidos mails al respecto, es imposible no entrar en un pequeño estado de pánico.
Algo que me produjo un leve respiro, pero a la vez me quedé impactado, es la razón por la que estoy escribiendo esta entrada, fue un video que me mandaron a mi correo, en realidad no sé si exista la fiebre aviar, el SARS, la influenza porcina, el chupacabras, o si el 11-09 fue armado, o qué, pero en realidad, todas estar alertas y terrores generalizados son un muy buen aparato de control de la población.
Es un video realizado por Alfonso Cuarón y Naomi Klein, bastante interesante, que nos dice algo importante: hay que ver la raíz del estado de shock, para poder armarnos en contra del mismo.
Al menos ahora todo mundo está expectante, a ver cuál es el siguiente comunicado, y de aquí al 6 de mayo nos tienen esperando, mientras tanto, me uniré al terror general y no asistiré a mis labores mañana, arguyendo pánico a ser contagiado, y excusándome con las recomendaciones que el secretario del trabajo hizo, al decir que los jefes fueran "sensibles" con el ausentismo.
Lo que es un hecho es que en México no se había visto este tipo de alertas, según me dicen mis familiares, lo único que sintió así fue cuando el temblor del 85 que todo mundo estaba sin saber qué hacer, esperando a que algo pasara. Así me siento, esperando a que pase algo que me haga saber qué hacer, mientras tanto, Aprovecharé para poner orden en mi recámara y a ver qué sale a la luz.
¿Y a tí cómo te agarró la fiebre porcina?
